Catalunya y Euskadi: Caminos diferentes
Buenos días, egun on, bon dia, ya me voy encontrando
mejor y la prueba es que he recuperado las ganas de escribir después de cuatro
días “atocinado”. Reflexiono sobre la elección de Urkullu como nuevo
Lehendakari y comparo la situación actual de Euskadi con la de Catalunya. Es
curioso como hace apenas unos años desde esta parte se moraba con envidia a
Catalunya como un ejemplo de sensatez, serenidad y diálogo, eran los tiempos en
los que políticos de la talla de Pascual Maragall, Pujol y antes el añorado
Ernest Lluch nos daban lecciones. Ahora las cosas han cambiado radicalmente,
ahora debería ser Catalunya la que se mirara con cierta envidia en Euskadi. Más
allá de que tener la mitad de la tasa de paro, el doble de crecimiento o la
mitad de tasa de pobreza tenga que ver con un desarrollo basado en lo
industrial y casi nada en el ladrillo, a pesar de la pesadilla del terrorismo
de ETA, precisamente eso ha forzado una generación de nuevos políticos forjados
en el deseo de comunicación, de diálogo, consenso y acuerdo.
No es lo mismo Urkullu que Arzallus, ni Patxi López
es Nicolas Redondo, como tampoco Basagoiti se parece nada a los bárbaros Mayor
Oreja, María San Gil o Iturgaiz y por supuesto no es lo mismo Batasuna-Bildu
que ETA, ni Otegi o Pernando Barrena tienen nada que ver con “Txeroki”, “Ata” o
“Txapote”.
Lamentablemente, especialmente para las y los
catalanes, en Catalunya ha ocurrido justo lo contrario y así van las cosas por
allí, al borde del abismo. Lamento lo que ocurre porque he vivido unos años muy
agradables, he aprendido a respetar a sus gentes y allí siguen personas que
quiero y respeto profundamente, pero a veces tenemos lo que nos merecemos y
quizás les falte a la sociedad catalana dar un fuerte golpe. rotundo en la
mesa, como en su momento lo dio la vasca y echar a todos estos inútiles, en el
mejor de los casos, e irresponsables en el resto y sustituirlos por gentes que
pueden reconducir esta peligrosa situación. La irresponsabilidad que rezuman
Artur Mas y Oriol Junqueras pone los pelos de punta. Vaya par de “estadistas”.
Ahora en Euskadi se abre un nuevo tiempo
ilusionante, de esfuerzo y consenso para afrontar los tres retos que el nuevo
Lehendakari y el antiguo también enumeran: Luchar codo con codo contra la
crisis, dar carpetazo definitivo a la pesadilla de ETA y trabajar la
reconciliación y elaborar un nuevo Estatuto de Gernika adaptado a los nuevos
tiempos y a las nuevas demandas. Patxi López, con el que creo que Euskadi tiene
una deuda pendiente, porque ha sido injustamente tratado y poco valorado el
esfuerzo honesto que ha realizado, también lo planteó y estoy convencido que su
comunicación con Urkullu (si no se va) va a ser muy positiva, ambos son
personas de consenso y de alguna manera parecidas.
Ahora paradójicamente el camino hacia la consecución
de nuevas fórmulas de estado lo marca y la marcará en el futuro Euskadi, ojala
en el otro lugar haya gente con la lucidez suficiente para seguirlo también,
porque en España ya se están dando cuenta de que la situación actual no puede
ni debe continuar mucho tiempo.
Un nuevo día amanece para Euskadi mientras la noche
se cierne sobre Catalunya, solo espero y deseo que con el tiempo el sol brille
en ambas. Veremos…..
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