El futuro es plural
Desde mi vuelta de Catalunya he enviado varias reflexiones, especialmente en los últimos días, sobre la situación política en Navarra a los dos medios de comunicación escritos. Dado que el silencio ha sido su respuesta, supongo que porque por diferentes motivos se encuentran cómodos con el binomio PSN-UPN o lo que es lo mismo Barcina-Jiménez, traslado a mi sancta sanctorum la parte de análisis sobre Navarra:
En las últimas semanas
las diferentes encuestas que han ido saliendo allí y aquí, indican que la época
del bipartidismo, PSOE-PP en el estado y UPN-PSN en Navarra, ha llegado a su
fin, ha terminado parece que definitivamente. Algunos, los menos, lo lamentarán,
en especial los aparatos de esos partidos que han vivido cómodamente a la
sombra de esa situación, aquellos que solo necesitaban ponerse de acuerdo con el
otro para poner en marcha el rodillo que aplastaba la sana pluralidad política
y social.
Pero en cambio otros,
entre los que me encuentro, saludan alborozados esa posibilidad, conscientes de
que en la pluralidad está la riqueza y que si esta sociedad es así, rica en
matices, diferente en ideas, lo lógico es que tenga una traslación al ambiente
político, a la representación institucional.
Durante décadas la
implantación del bipartidismo ha tenido efectos muy perversos. Ayudados por una
ley electoral profundamente injusta donde el sistema de cálculo D’hont
beneficia claramente a PP y PSOE, UPN y PSN les ha permitido campar a sus
anchas sabiendo que solo con ponerse acuerdo el uno con el otro era suficiente
para sacar adelante cualquier iniciativa. Esta situación pervierte al sistema
dejando al margen a otras opciones igual de legítimas, representantes del
sentir de sectores muy amplios de la sociedad, que se tienen que limitar exclusivamente a intentar influir,
casi siempre fracasando, en los acuerdos entre ambos.
Durante décadas esta
situación ha evitado, ha diluido la lógica y necesaria confrontación ideológica
derecha-izquierda, porque ambos se han tenido que limitar a buscar los puntos
de encuentro, los acuerdos, la mayoría parte de las veces impuestos y/o
condicionados por los poderes fácticos conservadores.
Según esa última encuesta
parece que esa negra época ha llegado a su fin. Todo parece indicar que en las
próximas elecciones para poder llegar a mayorías necesarias y suficientes ya no
solo va a ser suficiente el apoyo de PP y PSOE allí o UPN y PSN aquí sino que
otros partidos emergentes como Izquierda Unida, UPyD más los nacionalistas CiU,
ERC, PNV, Bildu, Geroa Bai o Bloque Nacionalista Gallego tendrán algo que
decir, porque sus votos van a ser necesarios.
¿Qué efecto producirá
este vuelco en la praxis política? A pesar de las voces que siempre de manera
interesada, han defendido que para que un país funcione debe haber mayorías
parlamentarias fuertes, los nuevos tiempos parecen indicar que puede ser mucho
más positivo recuperar el viejo espíritu de la Transición de consensos y
acuerdos mucho más amplios.
En Navarra la publicada
en este periódico va en la misma dirección. En ella la suma de UPN y PSN ha
pasado del 60,2 % en las elecciones generales de 2011 y 65,5 % en 2007, al 43 %
que les da el sondeo.
En este caso el dato
tiene una mayor relevancia, ya que según estos resultados el perverso efecto
que el histórico pacto UPN-PSN ha tenido sobre nuestra comunidad en los últimos
tiempos y que probablemente haya sido el causante de todos los males que nos
azotan, comenzando por la nefasta gestión habida en la Caja de Ahorros de
Navarra, se rompería en mil pedazos y la suma de ambos (por debajo del 50 %) no
sería suficiente para montar un nuevo gobierno.
Esta nueva situación
obligaría a intentar establecer nuevas mayorías y posiblemente para que encima
de la mesa estuviera la posibilidad un pacto transversal entre las diferentes y
plurales izquierdas que existen aquí, desde el PSN a Bildu, pasando por
Izquierda-Ezkerra y Geroa Bai, que sumarían el 62,5 % de los votos o lo que es lo
mismo 33 de 50 parlamentarios.
Para ello solo un
obstáculo debería eliminarse: la desgastada, desprestigiada y errónea cúpula
del PSN que durante los últimos años se ha empeñado en optar por apoyar y
mantener a una UPN caduca y en caída libre. Que en dicha encuesta el líder
menos valorado, con nada menos que un 2,62 % de valoración, sea su Secretario
General, Roberto Jiménez, indica que su electorado, su base social está
pidiendo a gritos un cambio radical en su política y en las personas que deben
dirigir ese nuevo rumbo.
La lógica social, que
no siempre coincide con la política, debiera llevar a Navarra a unas nuevas
elecciones forales. En los últimos días hasta el nefasto Roberto Jiménez lo
pide públicamente ignorando que hace apenas unos días votó en contra de crear una
comisión de investigación en el Parlamento de Navarra sobre las tropelías
cometidas en la CAN y hace unas semanas en contra de la moción de censura
contra Barcina, que ese sí era un instrumento democrático y eficaz para como
dice ahora a través de "un diálogo sin exclusiones" entre los grupos,
formar un Gobierno con mayoría parlamentaria.
Tiene gracia que diga
lo de “sin exclusiones” supongo que referido a Bildu, cuando hace dos años se
empeñó en expulsarme del PSN por decir que “Otegi trabajaba en el seno de
Batasuna para llevarla por la senda democrática”. Hay veces que uno piensa que
ciertos políticos se encuentran absolutamente alejados de la sociedad, piensan
que ésta es tonta, que se la puede engañar fácilmente.
Es una pena que se
desperdiciara la posibilidad de un cambio a través de esa Moción de Censura
pero quizás ese hecho nos esté llevando hacia el escenario electoral actual. El
desgaste producido en el gobierno de una Yolanda Barcina a punto de ser
imputada por el caso de las dietas de la CAN, también en UPN y PSN que lo han
sustentado y apoyado, es tal que parecería lógico y honesto que esto se
produzca.
De ser así (en caso
contrario se debería esperar a las elecciones de 2015 para ello) el ilusionante
panorama abriría nuevas posibilidades. Hablar ya de Órgano común permanente de
colaboración institucional entre Euskadi y Navarra, de explorar iniciativas
novedosas como la Euro región Euskadi-Navarra-Aquitania, o de vínculos en temas
económicos y culturales ya no sería una utopía y un nuevo tiempo se abriría
ante nosotros.
Veremos que nos depara
el futuro, pero no obstante esas dos encuestas marcan una tendencia: el final
del bipartidismos en el estado y en Navarra y la obligación de practicar una
nueva manera de hacer política. Veremos….
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN, actual militante del PSC)
Villava-Atarrabia 20
Junio 2013
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