De la porra a la multa
Artículo publicado en diario de noticias de navarra el 20 junio 2014
Es una percepción cada vez
más acusada entre la ciudadanía y los movimientos sociales que estamos
sufriendo una involución democrática. Como advierte Amnistía Internacional en
su reciente informe, en España, el derecho a protestar está amenazado. La batería de
reformas legales que el Gobierno ha presentado o aprobado en los dos últimos
años parece retrotraernos en el tiempo hacia una etapa de autoritarismo que
creíamos superada.
La crisis ha activado, en
un sistema en colapso, mecanismos represivos de autodefensa no por más sutiles
menos feroces pues, frente a la estrategia de la porra que dominaba en el pasado, se va
imponiendo la nueva estrategia buro-represiva de la multa. Y tiene perfecto y
perverso sentido que, en una crisis de deuda como la que vivimos, se intente
acallar las protestas callejeras con más deuda, a los más débiles, para obtener
su muerte civil como ciudadanía libre.
Esa deuda, ilegítima e
impagable -como la define David Graeber, "una promesa corrompida por la
matemática y por la violencia"- que envuelve nuestra vida cotidiana en una
telaraña de renuncias y miedos, a la que se pretende añadir ahora otro hilo
más.
La
pieza central de la nueva estrategia es La Ley de Seguridad Ciudadana,
justamente llamadaLey
mordaza, en un contexto de reformas legales (Ley de Seguridad
Privada, reforma del código penal, Ley Orgánica del Poder Judicial) que
funcionarían como garantía y salvaguarda coactivas, de las reformas económicas
ya impuestas (reforma constitucional del artículo 135, reformas laborales,
privatizaciones de bienes y servicios públicos...), o de los recortes de
derechos civiles y políticos que se adivinan en el horizonte (Ley de Huelga,
etcétera.)
Verdaderamente, este
Gobierno se ha convertido en el cangrejo que nos quiere atrapar entre dos
poderosas tenazas -la económica y la legislativa- para llevarnos hacia atrás,
al abismo del neoautoritarismo austericida.
Pero
lo inquietante de esta estrategia buro-represiva es que su aplicación ya ha
empezado en fase experimental antes de la aprobación, más o menos rebajada o
maquillada, de la propia Ley mordaza, confiriendo
un nuevo sesgo represivo-punitivo a las leyes y ordenanzas actuales. Es así que
en los últimos años en el Estado, y de manera muy destacada en Navarra (con
49.508 euros de 172 expedientes incoados entre 2012 y 2013, la comunidad que más
ha recaudado por multas), se ha incrementado de manera exponencial la
aplicación de multas arbitrarias y abusivas por los más variados motivos -como
actos públicos espontáneos- y, en algunos casos, incluso detenciones.
Una razzia sancionadora
que ha golpeado duramente ya a decenas de activistas de movimientos sociales o
de los sindicatos y que pretende recaudar miles de euros. El objetivo final
parece claro: contener y coartar el poder insurreccional de la calle, una calle
que en Navarra se mueve cada vez de forma más contundente y convergente por el
cambio profundo. Una rebelión cívica que por mucho que el TDT Party y ciertos
medios pretendan agitar el espantajo de la violencia, se moviliza de forma
pacífica y aspira a una nueva legalidad, plenamente democrática.
La responsabilidad de resistir y combatir esta estrategia es, a
diferentes niveles, al tiempo colectiva e individual, y no solo de los
gobiernos e instituciones. De los estamentos judicial, policial y político, y
de cada uno de sus miembros. De la ciudadanía organizada y de cada persona. Por
ello, además de las redes de solidaridad, se impone una llamada a la
resistencia activa no violenta y acaso, llegado el momento, a la desobediencia
civil.
Si no queremos convertirnos en meras correas de transmisión de
leyes manifiestamente injustas, en algún momento habrá que romperlas con actos
desobedientes que, de manera coordinada y masiva, puedan dar un vuelco a la
situación.
Mañana
viernes 20 de junio la iniciativa ciudadana Kalea denona (La
calle es de todos/as) -que reúne a gentes de más de una docena de
colectivos afectados por las multas, por una cuantía de 75.000 euros entre 2012
y 2014- nos convoca a las 19.00 horas frente a la Delegación del Gobierno a una
asamblea abierta para reflexionar y debatir una contraestrategia popular frente
a la buro-represión, que luego se transformará en una concentración de máscaras
desobedientes al grito de Ni Ley mordaza ni multas.
Recuperemos el espacio
público, la calle y la plaza, como foro de libertad -de la protesta a la
propuesta- para echar abajo este régimen. Pues, paradójicamente, sabemos que el
chaparrón de multas que nos está cayendo es un síntoma de debilidad del sistema.
Nos multan, luego cabalgamos…
Firman este artículo: Ainhoa
Aznárez, Javier Echeverría, Fernando Espinosa, Jesús Garijo, Iñaki Justes,
Manuel Millera, Tere Sáez, Mikel Sanz, Ainara Oyaga, José Luis Uriz, Iñaki
Arzoz
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