De Elkarri a Lokarri; la paz
Artículo publicado en DEIA el 16 Marzo 2015
Conocí de la
existencia de Elkarri a finales de 1992. Sabía de la andadura de la
“Coordinadora Lurraldea” que se opuso al trazado inicial para la autovía de
norte que iba a unir Pamplona y Donosti, de su relación con la entonces Herri
Batasuna y del liderazgo de Jonan Fernández, ahora “Secretario de paz y
convivencia” del Gobierno Vasco.
Por cierto
desde aquí mi solidaridad y apoyo, ante el despropósito organizado por el
gobierno de Rajoy al expulsarle de la visita que estaba realizando a Rafa Díez
Usabiaga, condenado por el caso “Bateragune”. Es increíble que cosas como ésta
puedan ocurrir en un país democrático y más parece que el PP y Rajoy añoren
otros tiempos afortunadamente superados. Ojalá el PSOE no se vea arrastrado por
ésta deriva y adopte posturas propias a la hora de enfrentarse al final de ese
proceso de paz rompiendo definitivamente amarras con un PP absolutamente
cerril.
Jonan Fernández
y Lokarri pretendían ser una especie de puente, en ese río de aguas turbulentas
que en el tiempo de plomo y sangre se había transformado el denominado
“conflicto vasco”. Lokarri comenzó su andadura apoyado por la fuerza abertzale,
aunque a medida que iba recorriendo el camino la moderación de sus líderes fue
abriéndola a gentes diversas del nacionalismo moderado y poco a poco también a
sectores del socialismo y de la izquierda, que coincidían en su proyecto de ir
creando lugares de encuentro y diálogo entre los muy diferentes.
En esos
instantes decidí colaborar con ellas y ellos, quizás fue decisiva una charla
con el propio Fernández en un debate que organizó la iglesia guipuzcoana,
liderada entonces por José María Setién, en un pueblo de la Guipuzkoa profunda.
Después otros socialistas como Ernest Lluch, o Enrique Curiel colaboraron también
con la incomprensión y el rechazo de unos aparatos anclados en la
confrontación.
Su difícil
andadura estuvo llena de altibajos, aunque hay que reconocer que estaba
construyendo los cimientos de un lugar de encuentro, de debate, de acuerdo
entre gentes de ambas orillas que poco a poco les iba a unir el denominador
común de la búsqueda de la paz y la reconciliación.
El 2006 terminó
su recorrido recogiendo Lokarri el testigo y Jonan Fernández o Víctor Aierdi
dejan paso al liderazgo de Paul Ríos, una persona quizás con un perfil menos
marcado por su pertenencia a la Izquierda Abertzale lo que permite a la nueva
organización ser más plural y abierta.
El pasado
sábado en el precioso marco del Teatro Campos Elíseos de Bilbao, se desarrolló
un emotivo acto que suponía el último de ese colectivo que ha sido vital para
conseguir que en estos momentos la paz esté más cerca en nuestro país (ponga
aquí cada cual lo que desee).
Lokarri
significa en euskera “lo que sirve para unir” como expresión de considerarse un
movimiento pacifista de consenso y ése ha sido durante 9 años su misión, su
trabajo y a la vista de lo que allí había no existe ninguna duda de que lo ha
conseguido. El sábado, socialistas, nacionalistas, gentes de la izquierda
abertzale, gentes del mundo de IU. sindicalistas de todo tipo nos uníamos para
despedirles, reconocer su esfuerzo y agradecerles el inmenso trabajo realizado.
Lokarri en
esos 9 años ha sabido recoger la
herencia de su predecesora Elkarri, nacida para promover el rechazo a la violencia y el impulso a un
proceso de paz, siendo capaz de conseguir en ésta segunda etapa ampliar éstas
ambiciosas metas apostando además por dar pasos hacia el diálogo, el acuerdo y
la reconciliación.
Sus objetivos han sido la defensa y
movilización en favor de un modelo de solución pacífica y dialogada al llamado conflicto vasco y la violencia terrorista generada por
la organización ETA, promoviendo ese proceso de paz a través una
organización plural e independiente en la que pudiéramos convivir y converger
gentes confrontadas hasta ése momento. Proponía como ejes para la conciliación
el acuerdo plural, la consulta popular y el entendimiento entre diferentes,
incluso entre muy diferentes. Lokarri
se mostró siempre favorable a una negociación política entre el Gobierno de España y ETA, y
participó como facilitadora de aproximaciones para conseguir la paz. También se
mostró favorable al acercamiento de los presos de ETA al País
Vasco, así como otros derechos penitenciarios.
Firme partidaria del final de la
violencia de ETA y la legalización de Batasuna en
septiembre de 2011 Lokarri consideró «manifiestamente injusta» la sentencia que
condenaba a Arnaldo Otegi, Rafa Díez
Usabiaga, Miren Zabaleta y tres dirigentes más de la izquierda abertzale más en
el llamado «caso Bateragune».
Lokarri fue el principal promotor de la
Conferencia de Aiete presidida por Kofi Annan a la que asistieron todas las
fuerzas políticas vascas menos el PP. Presidida por Kofi Annan con la presencia
de otras personalidades del ámbito de los procesos de pacificación
internacionales, incluidos Bryan Adams o Bertie Ahern y que fue antesala del
anuncio de cese definitivo de la violencia por parte de ETA el 20 de Octubre de
2011. Un nuevo tiempo se abría desde ése instante.
Durante esos 22 años con
incomprensiones, ataques injustificados, marginaciones estériles ambas han
realizado cientos de charlas, actos, conferencias, debates a lo largo y ancho
no sólo de Euskadi y Navarra, también en Madrid, Catalunya o Andalucía
intentando trasladar una experiencia ejemplarizante.
El sábado Lokarri dio por finalizada su
labor al considerar que el proceso de paz es ya irreversible, con lo que su
objetivo fundacional de contribuir al mismo resultaba innecesario tras el final
de la violencia de ETA, la legalización de Sortu y la implicación definitiva de la
Izquierda Abertzale en la senda democrática.
Pero se ha ido reconociendo que queda
aún mucho que hacer, por eso durante el acto además de una profunda emoción
sentí que me quedaba un poco huérfano en ese empeño en el que llevo más de 25
años. Al leer los sueños que enumeraron comprendí que se iban pero nos dejaban
tarea que realizar. Entre éstos figuraban que ETA destruya su armamento de
manera verificada y se disuelva pidiendo antes perdón por el daño producido,
que el Estado permita el acercamiento de presos vascos a sus lugares de origen,
que se elimine la legislación excepcional, que se abran vías para la
reconciliación y el entendimiento que permitan cicatrizar las heridas de
demasiados años de conflicto y sufrimiento en ambas orillas, que se reconozcan
las víctimas de ambas partes, etc, etc.
Allí codo con codo, como durante éstos
últimos años, socialistas como yo, gentes de la izquierda Abertzale como Rufi
Eccheverría, Pernando Barrena, o Patxi Zabaleta, del mundo nacionalista
moderado como Aintzane Ezenarro, o de los diferentes segmentos de IU apoyando,
arrimando el hombro, dialogando, entendiendo el sentir de los otros. Elkarri:
lo que sirve para unir, doy fe que ha unido, hasta el punto de que considero
mis amigos gentes como Pernando Barrena o Patxi Zabaleta, supongo que en una
parte debido a su espíritu y a las largas horas de conversación, de debate en
decenas de encuentros, algunos de amplia repercusión informativa.
Para solucionar un conflicto es
necesario, imprescindible conocer las razones de tus contrincantes,
analizarlas, entenderles y tener la capacidad de buscar puntos de encuentros.
Allí en el seno de Lokarri, como antes en Elkarri hemos practicado eso durante
años y quizás gracias a ello hemos llegado hasta aquí y la paz definitiva está
tan cerca.
Quedan para el final mis agradecimientos
a quienes han dirigido con esfuerzo, audacia, perseverancia y honestidad ésta
aventura. Jonan Fernández, Victor Aierdi o Paul Ríos ya figuran en un lugar de
la historia de la paz, reconocida aquí pero a falta de conocer y agradecer
allí, de ahí estas líneas que pretenden informar y divulgar. También las gentes
anónimas, menos conocidas como Ana Elvia, o Gorka Espiau hacia ellas y ellos mi
respeto y cariño.
Intentar estar en la equidistancia
genera muchos rencores, doy fe de ello, pero es fundamental para resolver
conflictos como éste. Algún día se conocerá la verdadera historia de estos
años.
Eskerrik asko Lokarri eta Elkarri,
gracias a ambas y agur, adiós aunque seguro que nos seguiremos viendo en lo
poco que queda del camino hacia la paz y la reconciliación, como siempre
esforzándonos codo con codo en conseguirla, buscando lo que nos une y aparcando
lo que nos separa.
Fdo.: José Luis Úriz Iglesias
(Exparlamentario y concejal del PSN, miembro de Izquierda Socialista)
Villava-Atarrabia 16 Marzo 2015
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