Pactos y ayuntamientos: del negro al blanco pasando por el gris
Artículo publicado en PUBLICOSCOPIA el 16 Junio 2015
Dese que el pasado 24
de Mayo la ciudadanía dio un vuelco político en las elecciones municipales y
autonómicas, dando la mayoría a las diferentes opciones de la izquierda
transversal, hemos pasado del negro al blanco e incluso al gris.
Lo que hace apenas
cuatro días parecía un desencuentro absoluto de esa izquierda, que desoía el
mandato dado en las urnas repitiendo viejos vicios cainitas del pasado, se
convirtió en acuerdos prácticamente en el último minuto.
Quizás la elección hace
casi un año de Pedro Sánchez tenga algo que ver, a pesar de la desconfianza que
su indecisión constante, o su dependencia de los viejos popes del pasado
generaba hasta ahora. En el último instante el PSOE, su nuevo líder, ha captado
el mensaje de su base social, dándose cuenta de que quizás esta sea la última
oportunidad que le daban a un PSOE, hasta ese instante a la deriva. Ha sido
valiente y debemos felicitarle por ello.
Parece que Sánchez ha
aguantado la presión intolerable de la vieja guardia socialista, desde un
Felipe González cada vez más escorado hacia el IBEX 35, hasta un Pepe Bono que
hace tiempo se ha quitado la careta. También los poderes fácticos, económicos y
financieros, más la “Brunete mediática” han empleado todos los mecanismos a su
alcance y son muchos, para influir sobre el joven líder socialista.
Además las maniobras de
una cada vez más oscura Susana Díaz pactando con el derechista Ciudadanos en
lugar de con la izquierda, ha estado a punto de tirar por la borda esta
ilusionante posibilidad. Haría bien, si gana las primarias y las posteriores
elecciones generales, en irse quitando lo que le puede suponer a él y al
socialismo de futuro ese peso muerto.
Pocos tenían la
esperanza de que aguantara, pero para sorpresa y desagrado de algunos y alegría
de la mayoría lo ha hecho. ¡Bien Pedro Sánchez!
Eso unido al progresivo
pragmatismo racional de un Pablo Iglesias y su Podemos, ha permitido al fin
acuerdos de amplio recorrido que ha teñido de rojo el mapa de nuestro país.
Por fin la izquierda,
en algunos lugares a regañadientes, se entendía, pactaba, acordaba no solo para
permitir el gobierno de su lista más votada, incluso hacer actos de generosidad
como el de Oviedo y además con programas de gobierno.
Así Madrid, Barcelona
con el apoyo del PSC, Valencia, Sevilla, Zaragoza, o Santiago por citar las más
significativas, pasaban a manos de alcaldes y alcaldesas de izquierdas. Eso
unido a casos históricos como Pamplona o Cádiz permitían la desaparición de una
derecha rancia repleta de casos de corrupción. Rita Barberá, Esperanza Aguirre,
Teófila Martínez, Enrique Maya, Juan Ignacio Zoilo, o Francisco Javier León de
la Riva desparecen de escena por la fuerza de esa transformadora mayoría de
progreso.
Ver a gentes como
Manuela Carmena, Ada Colau, Joan Ribó o Joseba Asiron recoger su vara de mando,
con el entusiasmo consiguiente en las calles y plazas indica que algo muy
profundo está cambiado y que un nuevo tiempo llega, ojalá que para quedarse
mucho tiempo.
Pero no todo ha sido
blanco el pasado sábado, también hemos visto el gris e incluso el negro para
ejemplo de lo que la izquierda jamás debe hacer. Lo ocurrido en Vitoria con la
reacción infantil del PSE ante una falta de respeto, cierto es, del PNV que
rompió su acuerdo en un municipio emblemático como Andoáin, casi impide hacer
desaparecer a un alcalde de Vitoria, Javier Maroto con actitudes intolerables
de racismo y xenofobia. Afortunadamente no hicieron falta sus votos y el cambio
se consumó.
Tampoco ha sido
ejemplar la posición de la candidatura próxima a Podemos de Gijón, o de
izquierda Unida en Cuenca permitiendo que el PP mantenga esas alcaldías a pesar
de la mayoría de las fuerza de izquierda.
Cabe resaltar también
el mal perder de una derecha que se ha resistido hasta el último instante a
perder el poder, con gestos de falta de respeto como los de la ex alcaldesa de
Valencia, o el ex alcalde de Pamplona, aunque el premio especial se lo llevó un
indecente García Albiol, que en un gesto de provocación indigno convocó a sus
seguidores, saliendo al balcón de la Casa Consistorial de Badalona intentando
provocar un conflicto que afortunadamente, quizás debido a que era mucho mayor
la alegría de haberle echado, no consiguió.
Un día pues teñido de
blanco, o de rojo sería más apropiado señalar, aunque con retazos grises y
negros que se deben corregir.
Ahora queda lo más
difícil: no defraudar, estar a la altura de la circunstancia histórica. Dejar
las chaquetas partidistas en la puerta y trabajar juntos por el bien común. Va
a ser difícil, extremadamente difícil, porque además en unos meses nuevamente
nos confrontamos electoralmente y la táctica otra vez se impondrá a la
estrategia.
Pero este camino está
ya recorrido, ni un paso atrás ni para tomar impulso, porque la ciudadanía, especialmente
nuestra base social, ha sufrido mucho y se merece que cumplamos con nuestro
deber.
La izquierda ha dado
una lección que jamás debemos olvidar. Por fin la luz se va imponiendo a las
sombras en cada rincón de este país. Ya solo queda rematar la faena siguiendo
la senda marcada el sábado el próximo Noviembre. ¿O será Septiembre?
Ojalá…..
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Afiliado del PSC residiendo en Navarra y miembro de Izquierda
Socialista del PSOE)
Villava-Atarrabia 15
Junio 2015
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