De la encrucijada catalana a la de la izquierda

Publicado en Publicoscopia el 12 Enero 2016

Hay que reconocer que la política de este país en los últimos meses no da ni un segundo de respiro y que cualquier reflexión que se haga debe ver rápidamente la luz, porque en 24 horas queda obsoleta.
Cuando Catalunya ya parecía verse abocada a unas elecciones anticipadas ante la negativa de las CUP a investir a Mas, la burguesía catalana se deja humillar por un proletariado al que desprecia y vende su primogenitura por un plato de lentejas. Lo más hilarante de este esperpento resulta sin duda esa humillación de los barrios poderosos de Barcelona ante el empuje de los obreros que desprecia, por mucho que intenten disfrazarlo ahora como lo contrario.

Es una broma que después de tres meses de asegurar que la candidatura de  Mas era una línea roja infranqueable, haya resultado que no era tan roja ni tan infranqueable. Para este viaje señores de Convergencia no se necesitaban alforjas.

Por no hablar del ridículo de un sistema rocambolesco por el que se elije President a alguien que iba en el puesto 3 de las listas de Girona y para ello la CUP debe dimitir a 8 de los suyos y los dos restantes pasar a la dependencia del grupo de Junts pel sí. De traca.

Parece evidente que detrás de esta bajada de pantalones está el temor a unas urnas que muy probablemente habrían dejado el capital independentista adquirido el pasado 27-S bajo mínimos. No se podían permitir ni unos ni otros que ese 48 % alcanzado por los partidos partidarios de la secesión quedara reducido a un 40 e incluso 35 % que dejaría el “proces” más herido de muerte de lo que quedado ahora. Algunas encuestas elaboradas por CDC situaban a Junts pel Sí en 30 diputados.
Qué pasará a partir de lo ocurrido el sábado parece bastante imprevisible, aunque las profundas heridas producidas en este largo sainete se podrían engangrenar en un futuro inmediato con un gobern debilitado y previsión de corto recorrido.

Es lo que tiene el trabajar a corto y sólo viendo la táctica, conseguir el gobierno a toda costa debilita las opciones independentistas a medio y largo plazo y esto es una carrera de maratón no los 100 metros lisos, lo sabe bien Rajoy y su PP. Pero además puede entorpecer la posibilidad de un gobierno de progreso en Madrid. Unos genios estos chicos de Junts pel Sí y CUP.

La presión ahora sobre Pedro Sánchez y el PSOE va a ser infinitamente superior que si se hubieran repetido las elecciones en Catalunya. Este movimiento tacticista de los independentistas catalanes se volverá en su contra con un gobierno como el de Rajoy inflexible sobre opciones de consenso. Sólo existe un elemento positivo, al desvanecerse la posibilidad de nuevas elecciones en Catalunya, la posición de Podemos sobre el famoso referendum podría ser más flexible sin el agobio de tenere que elarbolarlo en esa campaña electoral.

La posibilidad de un gobierno alternativo no sólo se ve dificultada con la solución final del culebrón catalán, también porque el tacticismo se está imponiendo en ciertos sectores del PSOE y especialmente en Podemos. Mirar sólo la posibilidad de que en unas próximas elecciones anticipadas puedan engullir otra parte importante de los votantes socialistas, es ignorar que el cuento de la lechera acabó con el cántaro roto y la leche desparramada por el suelo.

Es muy probable que el electorado castigue a quienes considere causantes de no haber sido capaces de entenderse, a quienes visualice que han puesto las mayores trabas para conseguir un gobierno que impida a Rajoy y su PP, seguir imponiendo una política económica y social agresiva con los intereses de la base social de PSOE y Podemos. O sea, que lo posible hoy, un gobierno de progreso, no lo sea o lo sea menos después de esas elecciones.

En estos instantes y más aún después del desenlace catalán, la izquierda está en una encrucijada histórica que le puede conducir a su consolidación, o a su destrucción. Por eso necesita de estadistas con visión estratégica de futuro, gentes que antepongan los intereses de sus bases sociales a las puramente partidistas o electoralistas. Estadistas que actúen con audacia, imaginación y generosidad.
¿Tenemos esas gentes en las direcciones de los partidos de izquierda? No lo parece, aunque sólo nos queda confiar en que nos equivoquemos y que Sánchez e Iglesias nos den una agradable sorpresa.
La realidad es que en esa encrucijada la izquierda se encuentra en el dilema de permitir a Rajoy seguir machacando a los suyos por no ponerse de acuerdo, permitir lo mismo pero por poniéndose de acuerdo no concitar otros apoyos externos (parece evidente que el de ERC ya es una entelequia), permitir (en el caso del PSOE)  a Rajoy continuar con sus desmanes pactando con él, o ponerse de acuerdo en unos mínimos que consigan al menos el apoyo del PNV, lo que permitiría a Sánchez ganar la Presidencia en segunda votación. Esos mínimos serían a costa de perder pelos en la gatera todos por el bien común, el de su clase.

Por eso merece mencionarse y apoyarse el escrito, que desde sectores de la izquierda del PSOE encabezados por José Antonio Pérez Tapias, han dirigido al SG Pedro Sánchez apoyando firmemente esa opción. Frente a las fuertes presionas que va a sufrir merece la pena que las bases socialistas arropen, apoyen, protejan la opción de un gobierno de izquierdas, un gobierno del cambio y de progreso.

Momento difícil para la izquierda, nos esperan acontecimientos apasionantes, para algunos entre los que me encuentro puede ser la última batalla que libremos en su seno, pero la libraremos dejándonos la piel en ella porque esta vez merece la pena hacerlo. Afiliados y afiladas del PSOE, Podemos y UP, demos un puñetazo en la mesa y forcemos a nuestros dirigentes al acuerdo. La izquierda lo necesita, nuestros pueblo lo necesita, España, Catalunya, Euskadi….lo necesitan. Éste es el momento y éste el lugar.

Fdo.: José Luis Úriz Iglesias (Afiliado al PSC viviendo en Navarra)

Villava-Atarrabia 11 Enero 2016


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