Bernie Sanders, Jeremy Corbyn, la fuerza de la veteranía.
Publicado en Gara el 19 de Febrero 2016
¿Qué tienen en común
Jeremy Corbyn y Bernie Sanders? Buenos, parece evidente que al menos tener más
de 65 años, en concreto 74 y 67, considerarse izquierdistas dentro de sus
formaciones políticas y especialmente haber saltado a los medios de
comunicación por el apoyo sorpresa de sus votantes, de momento sólo en clave
interna.
Una bocanada de aire
fresco en tiempos de jovenzuelos bisoños que llegan a la política creyéndose
sabidos. Saber que gentes bregadas en mil batallas ideológicas, intelectuales
de peso, políticos profundos alejados de la banalidad y la superficialidad
llegan de nuevo a la política en lugar de verles en residencias de ancianos, es
una buena noticia para una actividad en horas bajas, desprestigiada por la moda
de “usar y tirar”, al menos por aquí.
Corbyn y Sanders
devuelven el sabor del vino de gran crianza, del whisky añejo, aquellos que se
saborean lentamente, que penetran en los sentidos y dejan poso más allá del
último sorbo. Sólo ver sus rostros, escuchar su tono de voz, la convicción que
ponen en sus propuestas ya te animan a seguir confiando en la política. La de
antes, la seria, la que no sólo se basaba en la presencia mediática, en los
productos de marketing, en los mensajes diseñados por los expertos en análisis
de encuestas, en los juegos de artificio, o trucos de magia barata.
Ante su irrupción
sorpresiva, independientemente del resultado electoral externo del primero,
interno el segundo, en países tan serios como Reino Unido y EE.UU. cabe
preguntarse: ¿nos quedan políticos así por aquí? Me refiero claro está a
quienes conjugan lo novedosos con lo clásico, llegar vírgenes a la actualidad
con al mismo tiempo tener una larga trayectoria en el anonimato.
Viendo el panorama de quienes
lideran los diferentes partidos, especialmente durante la prueba de fuego que
supone intentar configurar un Gobierno del Cambio…de izquierdas, no lo parece.
Pedro Sánchez a pesar de sus buenas intenciones va pareciendo que se ha tirado
a la piscina sin comprobar si había agua o no, mientras Pablo Iglesias,
haciendo buena la idea de Lenin “izquierdismo enfermedad infantil del
comunismo”, más bien parece un tacticista de poca monta que sacrifica el bien
común de su base social a cambio de conseguir un puñado más de votos al
provocar elecciones anticipadas. Ignora
el chaval que el cuento de la lechera acaba con el cántaro destrozado en el
suelo y la leche desparramada, porque ya veremos si un electorado de izquierdas
frustrado y cabreado acaba dándole los números.
Pero a pesar de estos
frustrantes ejemplos no podemos ni debemos ser un país ajeno a estos fenómenos.
En la izquierda al menos aparecen dos, uno lamentablemente desaparecido hace
ahora 5 años; Enrique Curiel, el otro pudo ser realmente uno de ellos, al menos
la afiliación del PSOE lo tuvo en sus manos, o mejor dicho en sus votos: José
Antonio Pérez Tapias. Como ellos político veterano, intelectual de muchos
quilates y con ideas profundas y consolidadas de izquierda de la de antes. Ha
sido una oportunidad perdida, aunque ya se sabe que en la política todo es
posible.
Sólo nos queda pues
Manuela Carmena aunque no tengo muy claro que vaya a durar excesivamente con
los palos que ponen en su rueda amigos y enemigos. En ella, en su caso como
Alcaldesa de Madrid se refleja perfectamente la torpeza de esos niñatos que se
creen sabidos. Llegan noticias de que la tienen absolutamente harta, abrumada
por torpezas y deslices. Qué diferencia del comportamiento de los nuevos de
aquella época con Tierno Galván otro “viejo profesor”.
Habrá que observar con
atención su devenir, porque los veteranos Corbyn y Sanders son la gran
esperanza de la izquierda del futuro, con otro que se quedó lamentablemente por
el camino, Oskar Lafontaine también de 72 años.
Hagamos un ejercicio empático, miremos sus imágenes y
observemos lo que nos transmiten. Firmeza ideológica, respeto a los valores que
han mamado, honestidad, coherencia, que son buena gente de la que te puedes
fiar, de confianza, sólidos, de convicciones firmes, serenos. Que no te van a
dejar colgado al primer imprevisto, ni cambiar de rumbo a la primera brisa que
sople en dirección opuesta. Son gentes que no se dejan impresionar por las
presiones de sus enemigos, ni se rinden a las adversidades. Políticos de una
pieza. “Así se forjó el acero”.
Independientemente de
lo que ocurra está claro que no existe color entre los jovenzuelos a quienes
les falta todavía un hervor y los políticos “de antes”, los estadistas más estrategas
que tacticistas, más profundos que superficiales, más de debates de altura que
de programas del corazón.
Corbyn y Sanders, hoy
me rindo a vuestra altura intelectual.
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Afiliado al PSC viviendo en Navarra)
Villava-Atarrabia 18 Febrero 2016
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