Efemérides en sanfermines
Artículo publicado en Diario de Noticias de Navarra y Navarra Información el 11 de Julio 2017
A menudo la vorágine de las fiestas no te permite observar
con serenidad, que durante estos frenéticos días se cumplen aniversarios de
hechos que las marcaron para siempre, especialmente vistos desde la influencia
que tuvieron en su devenir en aquel instante.
Por orden cronológica el primero fue el 8 de Julio de 1978. 39
años han separado aquel drama de la época actual. 39 años en los que a pesar de
los intentos no ha habido olvido, tampoco perdón, porque siempre debe ir ligado
a la justicia y ésta aún no se ha aplicado.
Recuerdo aquella fecha que se quedó grabada en mi memoria
como si fuera hoy. Como cada año había acudido desde Madrid a sanfermines. Era
un ritual, como una manera de no alejarme de mis raíces.
Ese 8 de Julio estaba en la Plaza de Toros de Pamplona, en la
parte de arriba de sol con la peña San Juan con la que acudía regularmente
hasta hacerme de mi peña actual, el Muthiko Alaiak. Vi salir la pancarta de
“Amnistía” con la entrada de los txikis al final de la corrida y a los pocos
minutos como si de una pesadilla se tratara, un numeroso grupo de “grises” a
toda velocidad sacudiendo a diestro y siniestro.
Me fijé en un mando con pistola en mano, los rifles de los
gases y pelotas y toda una plaza protestando de
manera airada. Entrar así ante más de 20.000 personas con una dosis de
alcohol elevado a esa altura de la película, no se le ocurre a cualquiera. ¿Fue
deliberado? ¿Se deseaba provocar lo que ocurrió?
Era un momento convulso del inicio de la transición y aún no
se han esclarecido estos pormenores, aunque sospecho que sí, que se intentaba
provocar graves incidentes como los que así ocurrieron.
Después indignación, cabreo, heridos, ataques de ambas
partes, confusión, las fuerzas del “orden” sitiadas en el Gobierno Civil,
rumores de un muerto por bala, más indignación, llegada de refuerzos,
contraataque. Un día negro.
Suspensión de las fiestas, luto, consternación, ansias de
conocer la verdad, de que se hiciera justicia que aún hoy reivindicamos y
esperamos.
Visto desde ahora una fecha negra para la memoria colectiva.
No va a ser la única efeméride que se va a dar durante los
sanfermines. Otras fechas trágicas son las que van desde el 10 al 12 de Julio
de 1997. Ahora se cumple un aniversario redondo, los 20 años del secuestro y
posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco.
También recuerdo esa tarde en la Plaza de Toros y la noticia
corriendo como un reguero de pólvora. Una impresión profunda, con un toque de
esperanza. No lo harán, seguro que no lo harán nos repetíamos con el vano deseo
de que al final sólo fuera una bravuconada, que serían algo menos salvajes y
sanguinarios de lo que fueron realmente.
Nos equivocamos, ETA cumplió su amenaza y el brutal
“Kantauri” se encargó de asesinarle con dos disparos en la cabeza, después de
un ritual cruel de intento de humillación, obligándole a arrodillarse ante él.
¿Intentaba de esta manera humillar al Estado y a la sociedad española y vasca?
Probablemente, aunque no lo consiguió.
A partir de ahí más indignación, más cabreo, una explosión de
cabreo, ante la mirada atónita de quienes hasta ese instante les vitoreaban.
Pamplona expresó con contundencia su condena y en muchos sectores de la
izquierda abertzale se abrió una grieta que probablemente les llevó a su final.
Al menos como se les conocía hasta ese terrible acontecimiento.
El día 13 fue una catarsis colectiva, de alguna manera nos
asesinaban a todos y cada uno de nosotros, o al menos intentaron hacerlo. Se
equivocaron y lo que lograron fue que se perdió el miedo, algunos hacía años
que lo habíamos perdido, pero esa día esa sensación fue colectiva, apabullante.
Hay imágenes que siempre quedarán grabadas en la memoria de esta sociedad, como
esa puerta del Ayuntamiento llena de pañuelos rojos y velas encendidas. Era una
especie de grito desgarrador ante la sinrazón, y el síntoma de que hasta ahí
habíamos llegado.
Antes, dos días de tensión. Quizás el lugar donde más afectó
lo ocurrido esos días, además de Érmua, fue en Pamplona. Una ciudad en fiestas
impactada, en shock, perpleja, expectante. Hubo mucho silencio esas 48 horas,
no había ganas de juerga, mucho menos después de conocer su muerte justo cuando
entrábamos en la plaza el penúltimo día de las fiestas.
Suspensión de la corrida, enfrentamientos, debate sobre si se
debían suspender los sanfermines o no, dolor, mucho dolor.
Ahora se cumplen 20 años, conviene no olvidarlo aunque
estemos en otro momento de nuestra historia muy diferente. Resulta triste
observar que el oportunismo político nuevamente intenta “arrimar el ascua a su
sardina”. Para algunos da la sensación de que “con ETA vivían mejor”.
Lamentable.
Visto desde hoy parece una pesadilla, pero ocurrió, ETA
asesinó a Miguel Ángel Blanco lo mismo que la policía a Germán Rodríguez. Ambos
en sanfermines………
Una última efemérides. El 13 cumplía años mi hermano pequeño
Javi, se nos fue demasiado pronto, este año sería otra cifra redonda: 60. Ese
día también emoción.
Fdo.: José Luis Úriz Iglesias (Ex parlamentario y concejal
del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 10 Julio 2017
Yo recuerdo la noche del 8 de julio de 1.978,que la pasé en la calle,viendo como el pueblo salió a expresar su repudio por la actuación de las FOP.Tenía 13 años,pero las ideas políticas claras.Vaya miedo que pasé con las continuas cargas policiales.También recuerdo cuando asesinaron a Miguel Ángel.Terribles sanfermines.
ResponderEliminar