Los supremacistas blancos
Publicado en Navarra Información, Diario de Noticias de Navarra, DEIA y Radio Rebelde Republicana en Agosto 2017
Lo ocurrido en Charlottesville en el estado de Virgina de EE.UU, nos debería hacer reflexionar a todos, no sólo a la ciudadanía americana del norte. Conviene señalar nombre y adjetivo, porque quizás mucho de lo que ocurre allí tiene que ver con la manera que les consideramos el resto del mundo. No son los americanos, porque también lo son los chilenos, jamaicanos, dominicanos o cubanos. Es más, si siquiera lo son del norte porque Canadá comparte con ellos esa condición. Son simplemente estadounidenses…..de parte del norte.
Lo ocurrido en Charlottesville en el estado de Virgina de EE.UU, nos debería hacer reflexionar a todos, no sólo a la ciudadanía americana del norte. Conviene señalar nombre y adjetivo, porque quizás mucho de lo que ocurre allí tiene que ver con la manera que les consideramos el resto del mundo. No son los americanos, porque también lo son los chilenos, jamaicanos, dominicanos o cubanos. Es más, si siquiera lo son del norte porque Canadá comparte con ellos esa condición. Son simplemente estadounidenses…..de parte del norte.
Esa prepotencia que
abarca a mucha parte de su población, sea blanca, negra, o latina, alcanza su
máximo esplendor, su carácter supremo cuando lo circunscribimos a una grupo
selecto de sus vecinos de raza blanca, de ahí los terribles sucesos ocurridos
en Virginia, como hace años pasó, en Boston, o más lejos en el tiempo en
Alabama o Texas.
Quizás ese sentimiento
racista y xenófobo con tintes fascistoides de la América profunda, sean los
causante de que un joven blanco repleto de ira coja su coche y lo lance a toda
velocidad contra una multitud, curiosamente de blancos y negros mezclados, de
manifestantes antifascistas plurales.
Ha habido una muerta y más
de 50 heridos, a la que hay que añadir otros dos policías fallecidos fruto de
un accidente, pero podía haberse incrementado esa cifra exponencialmente. Esa
imagen curiosamente recuerda a la que producen otros fascistas, en esta caso
islámicos, que hacen lo mismo en las ciudades europeas. Los extremos así se
tocan.
Pero quizás lo más
grave haya sido el comportamiento cínico de su primer mandatario, que después
de unos instantes de duda obscena sobre si condenar estos actos, al final lo
hizo producto de la presión social con ambigüedad equiparando a ambos bandos.
Con un dirigente así cualquier cosa puede ocurrir allí y también fuera de su
territorio.
Pero algunos de los que
se escandalizan por lo ocurrido en Virginia, deberían mirar su comportamiento
aquí. ¿Qué diferencia hay entre esos supremacistas de EE.UU. y quienes
consideran que los españoles tienen supremacía sobre los catalanes y vascos, o quienes
de entre estos consideran que los vascos o catalanes tienen supremacía sobre
los españoles?
Probablemente ninguna,
porque en todos esos especímenes encontraremos a poco que rasquemos rasgos
típicamente fascistoides y xenófobos. Nadie es superior a nadie y solo desde el
respeto al diferente es posible construir un mundo mejor.
Charlottesville debe
servir de ejemplo, también en nuestro país, de lo que no debemos hacer, de
comportamientos que debemos erradicar. Porque de lo contrario nos exponemos a
lo que en estos instantes sucede allí, que un suceso local va a acabar
convirtiéndose en un pavoroso incendio de consecuencias imprevisibles.
Qué diferencia existe
entre esos supremacistas que fueron a montar la bronca en Virginia y los de
Arran que la montan en Palma de Mallorca, los de Ernai que lo hacen por las
calles de Donosti, o los cachorros nazis que la montan en Madrid. Seguramente poca o ninguna. Descerebrados supremacistas en
todos los casos.
Si no somos conscientes
de que la raza, el color, la nacionalidad son frutos de la casualidad no
avanzaremos nada. Que hemos nacido en Madrid, Barcelona, Oñate, o Leitza por
puro azar del destino y que sólo la ideología y no la identidad, nos
diferencia.
Los demócratas madrileños
somos diferentes, muy diferentes de los fascistas madrileños, como lo son los
gerundenses, o guipuzcoanos. Esa es la diferencia real y debemos asumirlo así
antes de caer por el abismo de la insensatez y la locura.
Veremos….
Fdo.: José Luis Úriz
Iglesias (Ex parlamentario y concejal del PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia 14
Agosto 2017
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